El día de ayer fui al centro de Lima para realizar unas compras para unos pedidos, llegué temprano y las calles ya se estaban llenando de gente y es que este mes es un imán de compras, así que hay que aprovechar el tiempo. Justo cuando estaba por terminar de comprar mi mamá me dio el alcance y es que aprovecharía en entregarme unos trabajos que le había solicitado, así que me acompañó hasta finalizar mis compras y le dije que me acompañara en tomar desayuno, pues salí dejando a mi nene en la escuela y de frente me embarqué al centro. Así que me dijo para ir al Restaurant Puno, y de pronto estar sentadas y que nos atendiera el mozo que trabaja creo que desde que nací y es mucho tiempo jijiji, retrocedí en el tiempo y recordé cuando por el año 85 mi mami trabajaba cerca del restaurante y algunos ocasiones ingresábamos y nos pedíamos una leche asada, que por cierto es la mejor que hasta hoy he probado, y conversábamos, bueno yo sobretodo porque era una lora, y volví al presente y verla frente a mí, me hizo sentir una emoción, veo a mi mamá con frecuencia pero casi siempre estoy con Nahin, y salimos los 3, pero desde hace casi 28 años no me sentaba a tomar un desayuno en ese restaurante a solas, conversamos como loras, y creí por un instante que tenía 5 años, y ví a esa mujer como un ángel, como la veo hasta ahora, y definitivamente se que soy afortunada de tener a mi madre a mi lado, que sea además mi amiga y que no se canse nunca de escucharme. No soy como ella, pues es mi superheroína, pero trato de ser mejor en todo lo que me inculcó y no hay tiempo que me sobre para agradecerle por todas las cosas que hasta hoy hace por mí y mi familia, una madre es irremplazable, es cierto, y sólo puedo decir gracias Dios por cuidarla y así mismo yo la cuido para que pueda compartir cada momento que se pueda con mi hijo que la adora, en realidad los dos se aman con locura, cómplices, y no puedo ser más agradecida con ese regalo.
